lunes, 13 de junio de 2011

La silicona en el tratamiento de las cicatrices

Los apósitos de silicona están compuestos por redes de polímeros de polidimetisiloxano. Existen numerosos estudios que muestran la efectividad de la silicona en el tratamiento y prevención de las cicatrices hipertróficas y queloides.
Existen en la actualidad más de 20 marcas de apósitos de silicona para el tratamiento de cicatrices en el mercado. Algunos son autoadhesivos pero la mayoría no tienen propiedades de adherencia. La respuesta de los pacientes ante este tipo de tratamiento revela la comodidad de su uso, la efectividad en la disminución del tamaño de la cicatriz, color, grosor, así como el mínimo porcentaje de efectos secundarios que presenta.

¿Cómo funciona?

El uso de los geles de silicona en el tratamiento de cicatrices es relativamente reciente. Este tipo de apósitos fue utilizado por primera vez en Australia, en 1982 por Perkins. En un principio se utilizó junto con vendajes compresivos, hasta que se comprobó la efectividad de la silicona usada de forma aislada. Se han desarrollado diversas teorías acerca de cómo funciona la silicona, aunque ninguna de ellas está científicamente probada. Se sabe que los resultados que se obtienen no están relacionados con el efecto de presión, ni con el aumento
de temperatura, presión de oxígeno u oclusión, que son las explicaciones dadas por otras láminas que no poseen silicona, la presión ejercida por estos apósitos recientemente lanzados al mercado, es mínima, con lo que existe una discusión abierta con los resultados que prometen. Las biopsias realizadas no muestran diferencias histológicas entre las cicatrices tratadas y los controles, y no existe evidencia alguna de que se produzca absorción de silicona.
La teoría actual y más aceptada se basa en que el apósito de silicona imita el efecto del estrato córneo, capa directamente implicada en la regulación hídrica (controla la pérdida de vapor de agua), esto implica que los apósitos de silicona controlarían la reducción del vapor de agua, produciendo una disminución de los depósitos de colágeno. Esto concurre en una disminución de los depósitos de colágeno y como consecuencia una disminución del tejido cicatricial.