lunes, 30 de mayo de 2011

Cicatrices hipertróficas y queloides


Los queloides y las cicatrices hipertróficas surgen como consecuencia de un excesivo crecimiento de tejido cicatricial (colágeno) en una herida cutánea tras sufrir la piel un traumatismo: quemaduras, cirugía, etc. El nuevo tejido es prominente, redondeado y duro, con márgenes irregulares. La diferencia entre una cicatriz hipertrófica y un queloide reside en la capacidad del queloide en extenderse en superficie, mientras que las cicatrices hipertróficas se extienden en grosor.
Generalmente los queloides no mejoran con el tiempo, sin embargo las cicatrices hipertróficas si pueden mejorar.

Las cicatrices hipertróficas y los queloides difieren de la piel en estado normal o de una cicatriz normal en que están muy vascularizadas, tienen gran cantidad de células mesenquimáticas en la dermis, y una capa de células epidérmicas de gran grosor.


Las fibras de colágeno se colocan aleatoriamente unas sobre otras (sin organización), y existe una excesiva producción de colágeno tanto en las cicatrices hipertróficas como en los queloides.

Los fibroblastos se transforman en miofibroblastos, con características similares a las células musculares produciendo la contracción del tejido cicatricial. Esto resulta un grave problema si la cicatriz se sitúa en una articulación, pudiendo deformarla o incluso dejarla inmóvil.
Esta comprobado que la aparición de queloides es debida a una predisposición genética, y existen estudios de prevalencia familiar.



Se han identificado distintos factores de riesgo en la formación de las cicatrices:

  1. Edad: Las personas con edades comprendidas entre 10 y 30 años son más susceptibles a la formación de este tipo de cicatrices.
  2. Localización de la herida: Heridas situadas en las articulaciones y zonas con piel de mayor grosor están más predispuestas a la formación de cicatrices hipertróficas y queloides.
  3. Color de la piel: Las personas de raza negra son más susceptibles a la formación de queloides.
  4. Factores genéticos:  Existen estudios que indican la herencia como un factor de riesgo en la formación de cicatrices hipertróficas y queloides.

martes, 24 de mayo de 2011

¿Cómo se forma una cicatriz?

Cuando la herida se cura, la inflamación y el tejido de granulación disminuyen, el número de fibroblastos y de células endoteliales se reducen; es entonces cuando el colágeno se entrecruza a través de puentes dando lugar a la formación de la cicatriz.
La formación de cicatrices ha sido definida como “la perturbación microscópica de la estructura y funcionamiento de la arquitectura de la piel”. La cicatriz continua remodelándose durante bastante tiempo después del cierre de una herida y no se considera terminada la fase de maduración hasta uno o dos años después de la lesión.
Usualmente las cicatrices se presentan con tonos de color más pálidos, o más oscuros que la piel normal. Los haces de colágeno son más gruesos y densos y no están alineados con la epidermis sino entrecruzados, el contenido en elastina es pobre y la unión dermis-epidermis es plana, está alterada la vascularidad de la zona así como la inervación; no aparecen en la cicatriz ni folículos pilosos ni glándulas sebáceas (ausencia de vello y grasa).

miércoles, 18 de mayo de 2011

Láminas o placas de silicona

Recientemente ha aparecido publicado (Ref.1) una recopilación y revisión de los diferentes tipos de tratamiento, la revisión ha sido llevada a cabo por expertos en las áreas de cirugía plástica, dermatología, etc, en ella se revisan más de 300 artículos publicados en los últimos 30 años, y se establecen una serie de recomendaciones para el tratamiento más adecuado de las cicatrices.
La conclusión más importante es el uso de láminas o placas de silicona como tratamiento de elección, bien solas o combinadas con otros tratamientos.

Se conoce el efecto que la presión ejerce aplanando la piel. Aunque este método ha sido ampliamente utilizado durante muchos años, su mecanismo de acción se desconoce. La presión puede utilizarse no sólo como terapia una vez formada la cicatriz, sino también como método profiláctico. En muchos casos con excelentes resultados y sin efectos secundarios, la presión puede ser un método alternativo en el tratamiento de cicatrices hipertróficas y queloides.
Normalmente la presión se obtiene mediante uso de vendas elásticas de algodón y de materiales confeccionados especialmente para esta función, que por lo general suelen ser de licra. Estos materiales se fabrican de forma personalizada (con las medidas de cada paciente) y con la peculiaridad de que deben permanecer en la cicatriz 24 horas al día y únicamente se retiran para realizar la limpieza de la zona. El tiempo mínimo que debe durar el tratamiento oscila de 4 - 6 meses a 1 año.

El inconveniente de este método es la incomodidad para el paciente en épocas de calor. El vendaje debe cambiarse con frecuencia para garantizar la presión y esto puede resultar un problema en niños donde los cambios son muy frecuentes. La combinación de láminas de silicona tipo Mepiform
®, debajo de esta presoterapia mejora los resultados, o bien como tratamiento alternativo para facilitar la comodidad del paciente.



1 Hart, J. Inflammation 1: its role in the healing of acute wounds. J Wound Care 2002; 11: 6, 205-209.